lunes, 3 de diciembre de 2012

TRONCO NAVIDEÑO
Ingrediente:
Para el bizcocho:
*Cuatro claras
*Tres yemas
*Seis cucharadas de azúcar
*Cuatro cucharadas de harina preparada
*Media cucharadita de polvo de hornear
*Una pizca de sal
*Cuatro cucharadas de cocoa
*Dos cucharadas de maicena

Para la decoración:
*Una taza y media de Fudge
*Una taza de manjar blanco
Tronco navideño

 

Preparación

Colocamos las claras en un tazón y las batimos a punto de nieve, agregamos el azúcar y seguimos batiendo hasta que se disuelva completamente. Incorporamos las yemas, integrarlas lentamente con una espátula y agregamos la harina previamente cernida con el polvo de hornear, maicena, cocoa y sal. Mezclamos con movimientos envolventes para que las claras no pierdan su volumen.

Colocamos la masa en papel manteca y la estiramos. Llevamos al horno precalentado. Horneamos por 20 minutos a 150 grados centígrados. Retiramos y dejamos enfriar.
Untar con el manjar blanco y enrollar. Presionar bien para darle forma de tronco.

Cubrir con Fudge de chocolate y con un tenedor simulamos los surcos del tronco. Decoramos con marrasquinos y hojitas de menta. También puede espolvorear azúcar en polvo.
 
Mis recetas banquetes & catering        albro.
Buen provecho!!! 

miércoles, 7 de noviembre de 2012

 
 
DUBAI
 
LES PLATICO QUE ÉSTA BEBIDA ES UNA CREACIÓN DE MI HIJO PARA UN EXAMEN QUE LE APLICARON EN LA UNIVERSIDAD, ES FRESCA Y DELICIOSA PERO TENGAN MUCHO CUIDADO QUE ES PEGADORA, NO DUDEN EN PROBARLA SE QUE LES VA HA ENCANTAR.
 
Ingradeientes:
1 onza de gin.
1 cucharadita de azucar morena.
3 rebanadas de kiwi.
2 fresas.
Agua mineral.
Hielo.
 
Modo de prepararla:
 
En un vaso largo sirvan las fresas y 2 rebanadas de kiwi, agraguen la cucharadita de azucar morena y un poco de agua mineral, machaquen al punto de hacer una mezcla y que el azúcar esté disuelta, agreguen hielo, la onza de Ginebra, el agua mineral y al final para decorar la bebida agreguen la rebanada de kiwi que guardamos.
 
 
Mis recetas     albro.
Salud y buen provecho!!!
 
 


martes, 6 de noviembre de 2012

 ENSALADA DE MANZANA Y QUESO
 
  • 1 TALLO DE APIO CORTADO FINAMENTE,
  • 2 MANZANAS VERDES,
  • 200 G DE QUESO SUAVE CORTADO EN DADOS,
  • 100G DE MAYONESA,
  • 100 ML DE CREMA DULCE,
  • SAL Y AZÚCAR AL GUSTO,
  • 1 LIMÓN ÁCIDO

Cómo hacer ENSALADA DE MANZANA Y QUESO paso a paso: PELE LA MANZANA Y CÓRTELA EN DADOS, COLÓQUELA EN UN TAZÓN CON EL JUGO DE LIMÓN Y CÚBRALA CON AGUA. ESTO ES PARA QUE NO SE OXIDE. BATA LA CREMA DULCE, HASTA QUE SE FORMEN PICOS SUAVES.
EN UNA ENSALADERA, COLOQUE EL APIO, LA MANZANA ESCURRIDA, EL QUESO Y LAS NUECES. AGREGUE LA MAYONESSA, LA SAL, EL AZÚCAR Y MEZCLE. INCORPORE LA CREMA BATIDA Y MEZCLE EN FORMA ENVOLVENTE. RECTIFIQUE LA SAZÓN.

Mis recetas          albro.
Salud y buen provecho!!!

domingo, 14 de octubre de 2012


EL VINO

 
ENTIENDE EL VINO

Una botella de vino, un sacacorchos, dos copas,... poco más que añadir al momento que se avecina. Tal vez algo de comer, algo que potencie el caldo que estamos a punto de descubrir, un vino que amplifique los sabores que vamos a combinar,... la conversación está servida, el éxito de la velada, la merienda, la comida está garantizado.

Cuantos momentos en torno a una botella de vino, cuantas celebraciones, cuantas charlas apasionadas. Cojo el teléfono pues me llama mi amigo el sibarita, a ese que no se le escapa una marca, una novedad, una variedad a conocer,....-oye, ¿nos hablamos una botella de vino?- Lo primero es sonreír. Respondo con otra pregunta - ¿a qué hora te viene bien?-

 Mi objetivo, como humilde apasionado del vino, de la bodega, de la vid, de la tierra y del paisaje, no es que aprendamos juntos las marcas y los nombres, que sepamos de cosechas y de calificaciones, sino que seamos capaces de entender el vino. Entenderlo desde su historia tan ligada a la nuestra, desde el viñedo que alimenta la uva, desde la bodega que lo mima y lo transforma, desde la barrica y la botella que lo crían y lo ensamblan... y saber a qué se deben los tonos de su color, a qué se debe su aroma embriagador, como entender y descubrirá sus infinitas y complejas sensaciones en boca.

 El vino, conocido y extraño compañero. Tantos momentos juntos a lo largo de la historia, tantos años de futuros descubrimientos, tanto tiempo aún para desenlazar los misterios que te aureolan.

 

Alejandro López, Enólogo.

 

Índice de artículos divulgativos.

Siguiendo el ejemplo de mi compañero de Blog (el Gourmet, con su índice), he preparado un índice de los artículos más representativos para que tengáis una guía rápida de acceso a todos los artículos sobre el vino. Con las Categorías y la Nube de Tags del menú izquierdo, también podéis acceder por el contenido, pero este índice es necesario a la hora de buscar artículos específicos sobre temas diversos, siempre en torno al vino.

Conocimiento general sobre el vino


Historia del vino


Frases célebres en torno al vino


Preguntas sobre el Vino: respuestas a las preguntas que nos hacen nuestros lectores.


Espero que lo disfrutes!!!

CONOCIMIENTO GENERAL SOBRE EL VINO

Pero, ¿qué es el vino?

El vino, como parte fundamental de nuestra alimentación y cultura, hay que entenderlo desde dentro, desde los elementos que lo componen. De esta manera, entendiendo su composición, entenderemos las sensaciones que nos transmite.

  • El agua es la base fundamental sobre la que se asienta el vino. En torno al 85 % de su contenido lo forma este compuesto indispensable.
  • El alcohol (en forma de etanol), es el siguiente compuesto en cantidad, representando entre el 11 y el 15 % del total (fíjate cómo cada botella de vino en su etiqueta lleva el % de alcohol correspondiente). El alcohol transmite en cata la potencia del vino, y es parte importante de su cuerpo y persistencia. Curiosamente el etanol transmite una sensación dulce, haciendo a los vinos más redondos y agradables. No hay que olvidar la importancia que el alcohol tiene en los aromas del vino ya que actúa como su soporte y potenciador.
  • El glicerol es el siguiente compuesto en porcentaje. Se trata de un alcohol fundamental que aporta al vino gran parte de su volumen y untuosidad, debido también a su sabor dulce. Es el glicerol el responsable de las lágrimas que tan curiosas nos resultan después de mover la copa de vino.
    Además de estos dos alcoholes, existe una amplia lista de alcoholes minoritarios que son responsables de gran parte de los aromas del vino.
  • Los ácidos son también compuestos importantes en el vino. Es el ácido tartárico, propio de la uva y del vino, el que mayor proporción posee. Hay otros como el láctico, el málico, el succínico,… Cómo no, transmiten la sensación de acidez al vino, su frescor, su equilibrio.
  • Las sales, como sulfatos, malatos o fosfatos transmiten su sensación salada. La cantidad y proporción de estos compuestos dependen mucho de las características del suelo sobre el que se cultiva la vid.
    Y después tenemos los compuestos fenólicos, como los antocianos o los taninos, de gran importancia en el vino ya que aportan el color a los tintos los primeros y contribuyen en gran parte al cuerpo y estructura los segundos, transmitiendo sensaciones de amargor o astringencia.

No se puede cerrar la lista con estos compuestos, ya que el vino está formado por cientos de pequeños contenidos de diferentes sustancias que hacen a cada uno de los caldos únicos e irrepetibles.

El cava, el Champagne y sus burbujas.

El Cava en España, el Champagne en Francia o el Espumante en Italia, son vinos peculiares por el hecho de poseer burbujas de forma natural. ¿Qué significa esto? -que no se le ha añadido gas carbónico de forma externa, produciendo lo que se llamaría un vino gasificado.

Lo curioso es cómo se obtienen estas burbujas de forma natural. Para ello el vino realiza una primera fermentación, en la que se transforma el azúcar en alcohol, liberando gas carbónico, gracias a unos microorganismos llamados levaduras.

Hasta aquí nada fuera de lo normal pues todos los vinos que conocemos han realizado una fermentación alcohólica de este tipo. Pero en el caso particular del método llamado Champenoise por el que obtendremos el Cava o el Champagne, se realiza una segunda fermentación alcohólica en el interior de la botella, que también transforma el azúcar en alcohol pero en este caso el gas carbónico producido durante el proceso queda atrapado en la botella.

Sintetizando el método consiste en lo siguiente:

  1. Obtención de un vino base (mediante una fermentación alcohólica)
  2. Adición del licor de tiraje (azúcar y levadura) a este vino e introducirlo en botella.
  3. Realización en botella de la segunda fermentación alcohólica.
  4. Fase de rima en la que la botella pasa de su posición horizontal a la vertical, terminando con el tapón hacia abajo, para facilitar la precipitación de los subproductos de esta segunda fermentación hacia la zona del cuello de la botella.
  5. Fase de degüello que consiste en eliminar ese tapón con los restos de la fermentación.
  6. Adición del licor de expedición, que suele estar compuesto por azúcares, mosto, vino, etc, dándole el toque definitivo y personal al vino.
  7. Taponado final para su consumo.

De esta manera el Cava posee una clasificación en función de la cantidad de azúcar que se ha añadido:
Brut nature: 0-3 gramos de azúcar por litro (sin adición de azúcar)
Extra Brut: 0-6 gramos de azúcar por litro
Brut: 0-12 gramos de azúcar por litro
Extra Seco: entre 12 y 17 gramos de azúcar por litro
Seco: entre 17 y 32 gramos de azúcar por litro
Semiseco: entre 32 y 50 gramos de azúcar por litro
Dulce: más de 50 gramos de azúcar por litro

Así pues, este apasionante mundo que iremos descubriendo poco a poco debido a sus peculiaridades, nos permitirá distinguir entre un Cava y un Champagne, qué los diferencian, cómo nacieron y cómo se consumen siempre relacionados con el ámbito de la celebración y el festejo, tanto colectivo como absolutamente privado.

 

Vinos de autor.

¿Cuál es el concepto de “Vino de Autor”?

Siguiendo el sentido estricto del término, un Vino de Autor es aquel en el que una persona o equipo, lleva a término el proyecto de un vino desde la cepa hasta el consumidor final.

Normalmente con este tipo de vinos se busca diferenciar una viña o una zona por sus características especiales, e intentando lograr el mejor resultado, se destinan los mejores recursos técnicos y humanos para su elaboración. Se toman las decisiones sobre qué parcela, que parte de la finca o qué cepas independientes van a pasar a formar parte de la producción que va a esbozar este vino.


La vendimia se realiza en el momento óptimo estimado, normalmente cosechado a mano y transportado hasta la bodega en pequeños recipientes que garanticen la integridad de las vallas hasta su entrada en bodega. Una vez allí, todos los racimos pasan por una mesa de selección donde se eliminan las hojas y los racimos que no cumplen la máxima calidad del proyecto.

Tras la fermentación, el vino pasa a barricas de las tonelerías que más se ajustan a sus propiedades, a su nariz y a su tanino y redondez en boca, para que el ensamblaje entre los aromas frutales y de madera francesa o americana le confieran un bouquet que aporte la personalidad propia del proyecto, del vino único, del viñedo y de la tierra.

El posterior tiempo en botella, donde las condiciones de temperatura y ausencia de oxígeno liman y ensamblan todas sus peculiaridades, es el paso anterior a poder ofrecerlo al público, para que este sepa apreciar en el momento óptimo de consumo, todo el esfuerzo y pasión volcados sobre un proyecto que descansa ahora en su copa, para poder disfrutar de los aromas varietales y especiados, su entrada y persistencia en boca y un postgusto y recuerdos que resuman un concepto, Vino de Autor.

Un ejemplo de este tipo de vinos, es el Viña Ardanza de Rioja alta, que se elabora según estas directrices y solo los años de cosecha excelente.

Actualmente en Bodegas Bilbaínas- Haro ha visto la luz un proyecto que reúne todas estas características, Alto de la Caseta de Viña Pomal.

 

Vino Clásico – Vino Moderado.

Se trata de un concepto, de una clasificación básica para definir un estilo y un proyecto. Son dos orientaciones diferentes a la hora de marcar las líneas básicas por las que debe circular el trabajo desde el viñedo, pasando por la elaboración y crianza hasta la botella. Se trata de dos formas de entender y respetar el vino, con amantes y detractores de ambas vertientes.

Cuando hablamos de un vino Clásico, se trata de vinos con una ligera capa de color, con tonalidades rojo teja y ribetes anaranjados, aromas delicados que encierran una infinidad de características que se acentúan con el mantenimiento del vino en copa permitiendo su apertura y aireación, ligeras frutas y refinados recuerdos a vainilla y frutos secos, una entrada en boca aterciopelada, con un fondo redondo y estructurado a la par que delicado, con taninos dulces ligeros y poco presentes, y una tremenda persistencia que mantiene el recuerdo en boca del vino en el tiempo.

Este tipo de vinos corresponden a unas características buscadas en viñedo y trabajadas en bodega, con vinos sin excesiva graduación y elevada acidez, con limitada extracción de color, que permanecen en barricas durante varios años (incluso décadas) donde son trasegados metódicamente para que limpien con el tiempo, y donde el periodo de reposo en botella se realiza durante años, aportando el ensamblaje final de sus características.

Los encontramos en botellas de añadas antiguas que son conservadas en bodegas con solera, con brillantes cosechas que se conservan desde antes de los años ’40, con excepcionales añadas hasta los ’80.

Estas eran las pautas de elaboración que se gestaban en aquellas épocas, buscando vinos que demandaba el consumidor y que perduraran en el tiempo para ser degustados en excelentes condiciones a muchos años vista. No olvidemos que el proceso que se realiza en bodega con un vino es el de asentarlo y prepararlo para envejecer. Largas estancias en barrica y trasiegos no son más que una manera de preparar los vinos para que perduren en el tiempo.

Actualmente hay bodegas que se inclinan por la vertiente clásica, normalmente Bodegas Centenarias, manteniendo los mismos métodos de trabajo que antiguamente se realizaban en viñedo y en bodega, y abarcando un mercado muy característico como es el de los vinos clásicos.

 

Vino Moderno.

Se trata de un concepto dentro de la clasificación básica de los vinos. En el anterior artículo hemos definido las características de un vino clásico. En este vamos a determinar las que definen a un vino moderno.

Un vino moderno es por norma general un vino con una gran capa de color, con tonos intensos rojo picota, violetas o granates incluso con trazas azules en los vinos tintos. A simple vista el color nos llama la atención por su intensidad. En nariz predomina la fruta, con recuerdos a mermeladas y compotas dando una sensación de complejidad y concentración donde los aromas a madera de barrica están presentes pero sólo como acompañantes que ayuden a potenciar la fruta, con ligeros recuerdos ahumados y especiados. En boca la entrada es carnosa, con gran estructura y persistencia que prolonga la sensación frutal.

Estos vinos nacen en el viñedo, donde se seleccionan las mejores parcelas que se dejan madurar para que la cepa pueda limar los taninos y aportar la complejidad de los aromas buscados.

En bodega se extrae todo el potencial de la uva con maceraciones largas que aseguren un potente color y estructura. Se trata de vinos con graduaciones alcohólicas elevadas, que se mantienen en barricas generalmente nuevas de roble francés y americano durante un tiempo limitado que no permita que la madera se apodere del vino, dejando que predominen las notas frutales. Asimismo el tiempo en botella es importante, para que terminen de ensamblar las características del vino, pero en este caso los tiempos son menores que en los vinos clásicos, no sobrepasando por norma general los 15 meses.

Como hemos comentado anteriormente, el vino clásico y el moderno son dos conceptos que determinan dos productos con características muy diferenciadas, desde el trabajo en viñedo hasta el consumidor final, pero entre estas dos clasificaciones podemos encontrar una amplia gama de vinos que se acerquen a una u otra vertiente, tomando características de uno u otro concepto, y creando vinos que posean cualidades que potencien las mejores líneas de trabajo, dando vida a vinos actuales que mantienen el espíritu de los grandes clásicos.

 

Saber leer el Vino.

El vino en botella de vidrio es su presentación más común y conocida, y en su etiquetado incluye gran cantidad de información que nos da una idea particular del producto.

Hay información tan importante como la marca, la variedad, la graduación alcohólica o el origen. Hay una serie de datos que deben figurar en toda botella de vino como requisito legal, y hoy vamos a hablar de la especificación “Contiene sulfitos”. Tienen que fijarse en la contra etiqueta de cualquier botella de vino, es ahí donde aparece el texto.

Los sulfitos se comienzan a utilizar en el siglo XVIII y revolucionan el concepto de elaboración y conservación de los vinos. Antes de esta fecha, sólo triunfaban los vinos con elevadas graduaciones alcohólicas (como el Jerez o el Oporto) ya que el alcohol en proporción elevada hace la labor de conservante. Los vinos con poco contenido en alcohol (por debajo de 13%) se picaban, es decir, se convertían en vinagre. De ahí la costumbre de los antiguos pueblos bebedores de vino, como el imperio Griego o Romano, de diluir el vino en agua y aderezado con especias para mitigar su sabor.

Los sulfitos son un componente que aparece en la uva de forma natural y que además puede ser adicionado en bodega. Comienza su uso en el S.XVIII para esterilizar los envases donde se transportaba el vino, quemando azufre en el interior de las botas, barricas y tinajas, lo que produce una atmósfera inerte propicia para recibir el vino. Es ahí donde se comienzan a conocer sus características enológicas, actuando como antioxidante y eliminando los microorganismos que puedan alterarlo.

Hoy en día se siguen usando los sulfitos para conservar las barricas vacías, mediante el quemado de una pequeña pastilla de azufre (pajuela) que atada a una alambre se introduce en la barrica y al consumirse deja el volumen de esta limpio para recibir el vino y así poder mantenerlo en las mejores condiciones. Después de tantos siglos sigue siendo el mejor método de conservación. Además, durante el proceso de elaboración del vino, desde la fermentación hasta el embotellado, se puede adicionar sulfitos pero siempre de forma controlada. Se trata de un producto muy eficiente que se administra en dosis mínimas medidas en ppm (partes por millón).

La Directiva Comunitaria 2003/89/CE obliga a que en el etiquetado del vino se haga mención a su presencia como información a personas que puedan ser alérgicas al producto.

 

HISTORIA DEL VINO

Una pizca de Historia.

No se puede entender la historia del vino, sin comprenderla como ligada a la nuestra propia. Vino, palabra heredada del latín Vinum que a su vez procede del griego Woinos,…y su curioso antecedente común situado en la lengua de los brahmanes (antigua casta de los asesores y sacerdotes del rey en la religión hindú), Vana. Más curioso aún es que esta misma palabra designe también en esta lengua al Amor. El VINO y el AMOR, relacionadas en una misma palabra, Vana, debido a la creencia afrodisíaca de este caldo.

El hombre comenzó a conocer de los frutos de la vid hace 8.000 años, cuando las diferentes tribus comenzaron a asentarse y alimentarse del entorno. La vid silvestre, crecía como planta trepadora, ayudándose de sus zarcillos para alcanzar la luz. Después pasamos a cultivarla y a diseminarla por el mundo, primero gracias a los fenicios, y más tarde con los griegos y los romanos.

La Biblia nombra más de 600 veces al vino y sus frutos. Noé, bajó del Arca cuando amainó el diluvio, plantó una vid, recogió sus frutos y se embriagó. Así que posee el honorable título de ser el primer hombre que se emborrachó en la historia, ¡casi nada! O por lo menos sobre el papel. No podemos olvidar el primer milagro de Cristo en las bodas de Caná, cuando convirtió el agua en vino, y además del “bueno” para aquella época. Está claro que el vino de los antiguos, poco tiene que ver con el que consumimos ahora, a parte de la materia prima, pero este tema merece más tiempo en próximos artículos.

Los primeros vestigios de la existencia del cultivo de la vid datan del año 6.000 A.C. gracias al descubrimiento de unas ánforas con restos de pepitas en Georgia, y es en esa zona entre Irán, Azerbaiyán, Armenia y Turquía donde se considera el origen desde el que se expandió la viticultura hasta los viñedos de hoy en día.

 

… y otra pizca más.

Pues si, el vino tiene un antes y un después en su historia. Algo que marcó un punto de inflexión sin precedentes, y a la que difícilmente se puede igualar. Todo en base a su conservación.



Claro, uno piensa cómo se podían conservar los caldos en épocas de los romanos, o de los griegos. Imaginemos los envases que se usaban, su transporte y los sabores del vino…Vinos a los que se añadían hierbas aromáticas, o se diluían en agua para poder ser consumidos. Pero en el siglo XVIII se comenzó a usar un componente que aseguraba la conservación del vino por combustión en los envases, el azufre. Así es, quemando una mecha de azufre, se consigue un compuesto que se usa hasta nuestros días, el sulfuroso. Fijaros en la contra etiqueta de los vinos donde se señala “contiene sulfitos”.

Entonces ¿qué vinos triunfaban antes del S XVIII? -Los vinos con gran contenido en alcohol. Y, ¿por qué? - Porque un alcohol elevado en el vino evita la proliferación de microorganismos. La transformación del mosto en vino, se debe a varias actuaciones producidas por microorganismos. Estos, levaduras y bacterias, transforman el azúcar en alcohol (microorganismos “buenos”) y el alcohol en ácido acético (vinagre), claramente los “malos”.


Por ello, en época de los romanos estaba tan en uso los vinos de Jerez, que aguantaban el transporte y consumo en el tiempo. Vinos con elevadas graduaciones alcohólicas que adquirieron grandísima fama.
Y fijaros en el increíble dato del monte Testaccio en Roma. Se trata de una colina artificial, compuesta por 26 millones de ánforas romanas con origen, la gran mayoría de ellas, en la zona de Cádiz, antiguo Gadir.


 

La Filoxera, un antes y un después.

La filoxera es un insecto muy similar a los pulgones y de gran importancia en viticultura pues ataca a la vid. En su ciclo vital, parte del ataque lo realiza en la parte aérea de la planta, produciendo picaduras sobre las hojas lo que provoca pequeñas ampollas sobre estas. Pero su principal daño lo producen en la parte del ciclo bajo tierra, cuando las picaduras se producen en las raíces, las partes de la raíz atacada se pudren, produciendo con el tiempo la muerte de la planta.
Su aparición en Europa data de 1863, en Francia. A partir de ahí se va extendiendo por todo el mundo, llegando por ejemplo a La Rioja en 1899. Se provoca una gran crisis a nivel mundial ya que el viñedo sufre un gran retroceso por este ataque.
Hay una bonita historia acerca de la filoxera. Los viñedos franceses, ante el ataque de esta plaga, decidieron buscar zonas donde aún no hubiera afectado y así poder mantener su mercado del vino. Llegaron a Haro (La Rioja), buscando caldos de similares características a los suyos, y allí fundaron diferentes bodegas en torno al Barrio de la Estación de ferrocarril, para poder transportar los vinos. Fue la época floreciente de esta comunidad, con el ferrocarril, el teléfono o la luz (recordar que Haro es la primera población de España en contar con luz eléctrica (“Ya estamos en Haro, que se ven la luces”)


Dentro de las muchas soluciones que se plantearon para combatir la plaga, la única con un resultado eficiente hasta nuestros días es el injerto. Se observó que las raíces de las plantas de vid americanas eran resistentes a la filoxera. El injerto consiste en utilizar la parte americana de la vid para las raíces y la parte europea para las hojas y los frutos, Es lo que actualmente se utiliza a lo largo de los viñedos del mundo.
Pero aún hoy en día existen zonas libres de filoxera, como puede ser el caso de Chile, de ciertas partes de Australia, o incluso de España, ya que la plaga es incapaz de completar su ciclo en suelos arenosos o con ciertas peculiaridades. Por ello podemos contemplar viñedos realmente antiguos que han sobrevivido a esta etapa y que aportan caldos de características impredecibles.


Si quieres degustar una verdadera joya, aquí tienes uno de los pocos vinos prefiloxéricos que quedan en España: Dominio de Berceo.

 

FRASES CÉLEBRES EN TORNO AL VINO

Frases célebres I.

Con este título, vamos a iniciar una serie de artículos con frases célebres relativas al vino, sobre todo aquellas que sean especialmente ocurrentes o que describan muy bien algún aspecto del vino.

“Los malos hombres viven para comer y beber, pero los buenos comen y beben para vivir.” Atribuido a Sócrates.

“Vieja madera para arder, viejo vino para beber, viejos amigos en quien confiar y viejos autores para leer.” Francis Bacon

“Comer sin pan y sin vino es locura o desatino.” Refrán popular.

“¿Hay algo, pregunto yo, más noble que una botella de vino bien conversado entre dos almas gemelas?” Coplas del vino. Nicanor Parra.

“Esta es la bodega, la noble bodega,
que guarda en sus fondos los vinos añejos,
calmante que todos los males sosiega,
locuaz dictadora de sanos consejos.” Narciso Alonso.


“Si los amantes del vino y del amor van al infierno… vacío debe estar lo que llamamos cielo.” Omar Khayan

“Vivamos para beber, porque para beber vivimos.” Miguel de Cervantes

“Viva el buen vino, que es el gran camarada para el camino.” Pío Baroja

“Vino, enséñame el arte de ver mi propia historia, como si ésta ya fuera ceniza en la memoria.” Jorge Luis Borges

“El vino mueve la primavera,
crece como una planta la alegría.
Caen muros, peñascos, se cierran los abismos, nace el canto.” Pablo Neruda.


 

 

Frases célebres II.

Segunda entrega de las frases célebres. Esperamos que os gusten.

“El vino es una cosa maravillosamente apropiada para el hombre si, tanto en la salud como en la enfermedad, se administra con tino y justa medida.” Hipócrates

“Vino de viñas viejas, que bien te tomo y que mal me dejas.” Refrán popular

“Carne de hoy, pan de ayer, vino de antaño y vivirás sano.” Refrán popular.

“En la viña de los años idos me festejo a mí mismo y el canto de las vendimias brota, alegre, de mi garganta.” Endre Ady

“Las gentes del Mediterráneo empezaron a emerger de la barbarie cuando aprendieron a cultivar el olivo y la vid.” Tucídides

“El primer vaso de vino abre al segundo el camino.” Refrán popular

“Un vaso de vino añejo da alegría, fuerza y buen consejo.” Refrán popular

“El vino puede considerarse, con razón, como la más saludable e higiénica de las bebidas.” Louis Pasteur

“Creo que el vino es la bebida habitual de los pueblos con señorío, que no se sienten superiores, pero que lo son.” José Fuentes Mares

“Si quieres vivir mucho, guarda un poco de vino añejo y un amigo viejo.” Refrán popular

 

Frases célebres III.

Robamos el protagonismo a nuestro compañero de Blog, el Enólogo, para continuar con la serie de Frases Célebres, y ya vamos por el tercer artículo.

“El vino alienta la esperanza.” Aristóteles

“El vino me estimula, el vino loco, que hace cantar hasta al más sabio de los hombres, y le hace reír tontamente y bailar, y arranca de él la palabra que mejor no hubiera sido dicha.” Homero

“Donde no hay vino no hay amor, y no hay otro deleite accesible a los mortales.” Eurípides.

“Que quien te niegue vino de su garrafa para tu sed, no tenga más libertad que la del agua que no merma en el mar.” Dante Alighieri

“No agradan ni perviven los versos escritos por bebedores de agua.” Anthèlme Brillat-Savarin

“El vino es uno de los mayores rasgos de civilización del mundo”. Ernest Hemingway

“¡Brindo por vosotros, por Dios, por el privilegio de la juventud, por lo que hemos sido, por lo que somos y lo que seremos!” Kevin Reynolds

“El vino proporciona las sensaciones más bellas cuando acompaña a la comida. Constituye un arte saber escoger el vino que mejor armoniza con aquello que se sirve en cada plato.” Edmond de Rothschild

“El papel del sumiller se pone de manifiesto en su capacidad y habilidad para reunir diversas culturas en torno al placer de la mesa.” Philippe Faure-Brac

Y una de nuestra propia cosecha: “El arte de combinar comida y vino requiere probar y experimentar. ¡Empieza ya!”

Ya sabéis, hay que aplicarse esta frase, y empezar a probar y experimentar para conocer nuestros propios gustos.

¡Buen provecho!

 

PREGUNTAS SOBRE EL VINO

… y ésos cristales?

En el corcho, cuando abro una botella, hay pequeños cristales de color burdeos que se adhieren a este y a veces, al echar las últimas copas, aparece un poso en las copas y en la botella,… ¿es esto normal? ¿Es un buen vino? ¿Es un mal vino?

Cuenta la leyenda, que un grupo de médicos aficionados al buen vino, realizaron una cata en casa de uno de ellos. Una vez degustadas las diferentes botellas, uno de ellos observó que había “cristales” en el fondo de la botella y en alguna copa. Ante este extraño acontecimiento, pensaron que se trataba de cristales de vidrio procedentes de la botella y decidieron acudir al hospital de urgencia.

El desconocimiento del vino y sus características les jugaron una mala pasada.

La vid es una de las plantas capaces de producir de forma natural Acido Tartárico (como curiosidad, también el Geranio es capaz de producirlo). Este ácido presente en las uvas, también lo está en los vinos finales. La importancia del tartárico es de primer orden ya que la acidez le confiere al vino su estructura básica, con sensación de frescura y equilibrio fundamental con el alcohol. Hay otros ácidos importantes como el ácido málico o el acido láctico, pero estos están presentes en menor medida.

La acidez de un vino, su contenido en ácido tartárico, depende de varios factores:

El primero de ellos es la variedad. Variedades como la Garnacha o el Mazuelo poseen mayor acidez que variedades como el Tempranillo o el Carmenère.
Otro punto fundamental es el clima. El sol y temperaturas elevadas “consumen” los ácidos de los racimos de la uva. Por ello en climas frescos encontraremos mayor proporción de ácidos que en los climas cálidos. Esta es una de las razones fundamentales por las que las variedades de uva blanca, para la producción de vinos blancos de carácter fresco, se cultiven en zonas más frías.


También influye de forma decisiva el momento de vendimia. La decisión sobre el comienzo de vendimia es una de las más importantes que se toma en una bodega. El momento óptimo de vendimia digamos que es la madurez de la uva. Si vendimiamos antes de este momento de madurez, obtendremos mayor cantidad de ácidos que si la realizamos después, donde la uva se sobre madura y pierde acidez a la par que gana en azúcar.

¿Y qué pasa con estos “cristales”?

El vino, como producto natural, está sujeto a sufrir cambios. El ácido tartárico se encuentra en el vino como pequeñas moléculas, que con el paso del tiempo se unen entre sí formando moléculas mayores. Llega un momento en el que estas estructuras son muy grandes y forman “cristales” que al aumentar su peso caen al fondo del recipiente, precipitan.

En la bodega, con sucesivos trasiegos (moviendo el vino limpio de la parte superior dejando los posos en el fon do), se eliminan los cristales, pero eso no quiere decir que el proceso haya terminado ya que el vino sigue teniendo ácido tartárico y surge la posibilidad que se produzca la precipitación en su último envase, la botella.

Por todo ello, la aparición de “cristales” (teñidos de rojo en los tintos o pálidos en los blancos), en el fondo de la botella o en la copa, no es más que una señal de un proceso natural que se produce en un producto natural, el vino.

Si sospechamos que una botella puede contener cristales de tartárico y queremos evitar servirlos durante una degustación, es una buena oportunidad para usar el decantador.

Enólogo Vs Sommelier.

¿Cuál es la diferencia entre un Enólogo y un Sommelier?

A grandes rasgos, un Enólogo tiene una formación técnica en viticultura y enología, y se encarga de la parte del proceso que va desde el cultivo de la vid hasta el vino embotellado, y muchas veces apoya comercialmente el producto. El Enólogo es en realidad un Licenciado en Enología. Se trata de una carrera universitaria de 2º ciclo a la que se accede después de estudiar Ingeniería Agrónoma, Licenciatura en Químicas, en Farmacia o Biología. Algunas de las principales ciudades en las que se imparte son: Logroño, Tarragona, Cádiz, Elche, Valladolid, Badajoz y Valencia. Cerca de nuestras fronteras, en Bordeaux (Francia) y Bragança (Portugal).

Un Sommelier es una especialidad en la rama de Hostelería y Gastronomía, con conocimientos en viticultura y enología, pero especializados en el producto terminado: los vinos y sus marcas, denominaciones de origen, la cata, el servicio, la gestión de la bodega (a nivel de restauración) y la elaboración de cartas de vinos y bebidas. Se accede a través de un curso de Formación Profesional.

 

Los corchos y el vino.

Cuando descorchas una botella y se rompe el corcho, ¿es síntoma de un mal vino?

El tapón ocupa una gran sección en el mundo del vino.

Como tapón podemos entender diferentes opciones, como el corcho natural, el tapón sintético de “silicona”, el tapón de rosca, la chapa o el tapón de cristal.

Nosotros, culturalmente, estamos familiarizados con el tapón de corcho natural procedente de los bosques de alcornoques presentes en Extremadura y Portugal.

El corcho se obtiene cortando la corteza del alcornoque, o lo que también se denomina “saca”. Esto se realiza en árboles de más de 25 años y una vez cada 7-10 años, dependiendo de las características del año.

En su proceso de transformación, el corcho es secado en pilas al aire libre en torno a un año. Una vez seco, es hervido y almacenado en un lugar aireado para hacer más porosa la corteza. Se perforan las planchas de corcho obteniendo el tapón, que es seleccionado en calidades y son pulidos y marcados. Por un tapón de máxima calidad se puede llegar a pagar más 4 euros/unidad.

Como podemos ver, el corcho es un producto absolutamente natural y su carácter biológico lo hace evolucionar, lo dota de “vida”.

Si abrimos una botella de vino y se rompe el corcho puede ser debido a distintos factores:

  • El primero es el sacacorchos. Si no se introduce correctamente hasta el final, podemos romper el corcho al extraerlo. Además no todos los sacacorchos son idóneos. Para mi gusto los mejores son los de dos tiempos.
  • Cada corcho, como materia natural, es diferente al resto. Es posible que aparezcan vetas leñosas en el interior que favorezcan la rotura del corcho. Esto se observa si partimos el corcho por la mitad y vemos vetas de color oscuro que lo cruzan transversalmente.
  • Otra causa puede ser la humedad del corcho. Cuando se embotella una botella de vino se realizan medidas de la humedad del corcho, que es uno de los indicadores de calidad, ya que esta le confiere elasticidad. Si un corcho, por las condiciones de almacenamiento pierde o gana humedad, es posible que se rompa a la hora de extraerlo.
  • La edad del vino también hay que tenerla en cuenta ya que vinos muy viejos poseen también corchos muy viejos que evolucionan perdiendo sus características.

Ninguna de estas causas afecta negativamente a un vino siempre y cuando no permitan el paso del aire a través del corcho. Si la humedad del corcho es muy alta o muy baja en su conservación, podría permitir el paso excesivo de oxígeno hacia el vino confiriéndole características negativas, por lo que un mal vino puede ser síntoma de un mal corcho.

Las lías y más.

Hola amigos,

En este artículo respondemos varias preguntas que nos han llegado directamente en nuestro Twitter:

@Robodiola preguntaba:
¿Hay diferencias entre un vino blanco criado con sus lías y otro no criado con ellas? Si hay diferencias cuáles son? Que son las lías?

Si, hay diferencias. Las lías aportan volumen en boca a los vinos, dotándoles de una sensación “grasa” que los hace aterciopelados y redondos.
Las lías son compuestos de la uva (polisacáridos) y de la fermentación (levaduras). Se encuentran en todos los vinos, por su peso decantan a la parte inferior de los depósitos y barricas. Durante la vida el vino se va “limpiando” ya que las lías caen a la parte inferior y se trasiega (se mueve) a otro tanque la parte limpia.

Ampliaremos más esta explicación en un artículo específico.

@LCorrecher preguntaba:
¿Qué vinos se aconsejan airearse, solo los tintos?
Todos los vinos, por el mero hecho de servirse en una copa, se airean.
Un vino en el interior de una botella se encuentra en ausencia de oxí¬geno. Cuanto más tiempo haya estado el vino en ausencia de oxígeno, más tiempo necesitará para reabsorberlo de nuevo, ya puede ser en copa como en decantador.
La costumbre es con los tintos ya que es más normal encontrar añadas antiguas (con mayor tiempo en botella), pero también se puede realizar con los blancos.

@alabuenavida preguntaba en relación a los artículos sobre el Mazuelo y el Graciano:
Si no me equivoco, el Graciano y el Mazuelo se utilizan para el Marqués de Riscal Reserva. ¿Se encontraban en un olvido tan grande?
La DOCa Rioja autoriza desde el año de su creación en 1925 tanto el uso del graciano como del mazuelo en la elaboración de sus vinos.
Se trata de variedades minoritarias en la DOCa Rioja, que ocupan actualmente un 3% de la superficie total de viñedo en el caso del mazuelo, y un 1% en el caso del graciano.
Ambas variedades, junto con el tempranillo, forman parte de los grandes reservas de Rioja.
Actualmente hay bodegas que apuestan por producir vinos mono varietales de estas variedades minoritarias.

ALAIN BRINGAS ORNELAS|CHEF