jueves, 28 de junio de 2012

Blinis con trucha ahumada

Blinis


                   Confieso desde el principio que mis conocimientos de la comida rusa son bastante escasos. Se limitan a unas cuantas visitas no demasiado memorables a restaurantes estilo El Cosaco en Madrid, a los cargamentos de productos que traía de vez en cuando un amigo moscovita de mi hermano, y a la producción propia de ensaladilla rusa, si es que esta última puede considerarse auténtica gastronomía ruskii.

La profunda ignorancia no me impide, sin embargo, enloquecer con los blinis, una especie de tortita típica de la cocina eslava, es decir, de países como Rusia, Ucrania o Bielorrusia. Blanditos, tiernos y con un sabor suave perfecto para acompañar productos con pegada como los ahumados, revolucionan cualquier aperitivo cual Lenin, Trotski y Bakunin juntos. Eso sí, son un poco pesadetes de preparar, no nos vamos a engañar. En realidad, más que resultar trabajosos, necesitan tiempo, al menos si usas la receta de Richard Bertinet, que según el periódico Guardian es que mejor sale.
Los que no estén dispuestos a tomarse el esfuerzo, los pueden comprar cocinados (los de la foto lo son, porque los preparé en mi última visita de médico a Madrid y no podía lucirme). No están mal, pero no saben igual y te pierdes la diversión del proceso. En cuanto a lo que se les pone encima, las variantes son infinitas, pero una combinación de lácteo ácido, pescado ahumado y encurtidos garantiza un triunfo arrollador.
Un último consejo: si quieres parecer el más enterado -y pedante- de la mesa, no digas "blinis", sino "blini", que es el plural correcto en ruso.
Dificultad
No es comida rápida.
Ingredientes
Para 4 personas (unos 12-16 blinis)
Blinis
  • 150 g de harina
  • 2 huevos
  • 150 ml de leche
  • 100 g de crème fraîche (crema fresca) o crema agria
  • 7 g de levadura de panadería en polvo (o el doble de levadura fresca)
  • 1 cucharadita rasa de sal
  • Mantequilla o aceite de girasol
Otros ingredientes
  • 250 g de trucha ahumada
  • 1 bote pequeño de huevas de salmón
  • 150 ml de crème fraîche o yogur
  • 2 cucharadas de cebollino picado
  • 50 g aprox. de pepinillos
Preparación
1. Poner la leche a calentar. Separar las claras de las yemas de los huevos.
2. Mezclar la harina y la sal en un bol.
3. Cuando esté caliente, retirar la leche del fuego y añadir la levadura, la crema fresca y las yemas de los huevos, removiendo bien.
4. Incorporar la mezcla a la harina lentamente sin parar de remover, hasta formar una masa espesa. Cubrirla y dejarla reposar a temperatura ambiente durante una hora, hasta que haya aumentado un poco de volumen y tenga burbujas en la superficie.
5. Montar las claras a punto de nieve e incorporarlas a la masa con suavidad, haciendo movimientos envolventes con una espátula. Volver a cubrir y dejar que leve otras dos horas.
6. Mientras, mezclar la crema fresca con el cebollino y un par de pepinillos picados fino. Reservar en la nevera. Cortar en láminas el resto de los pepinillos.
7. Justo antes de comerlos, calentar una sartén a fuego medio con un poco de mantequilla o de aceite (sólo para engrasar la sartén; no se trata de freír). Ir haciendo tortitas poniendo una cucharada de masa primero, y luego otra encima en el centro lentamente. Cuando empiecen a burbujear (aproximadamente un minuto), darles la vuelta y dorarlos por el otro lado.
8. Servir los blinis calientes con la trucha, la crema fresca, los pepinillos y las huevas de salmón por encima. Si sobran, se pueden congelar (sin los añadidos, claro).

Por: | 26 de junio de 2012

Mis recetas banquetes & catering     albro.
Salud y buen provecho!!!

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